7 prácticas que harán una gran diferencia en tu experiencia en desarrollo de software
Aristóteles, famoso filósofo griego, tenía un dicho que revela una gran verdad para cualquier profesional: “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto sino un hábito”. La constante repetición de hábitos, y sobre todo de buenos hábitos, nos lleva a incorporar prácticas que te ayudarán a convertirte en excelente profesional como desarrollador de software.
¿Cuáles son esas prácticas que marcarán una diferencia dentro de tu experiencia laboral?
Hoy vamos a hablar 7 de esas prácticas profesionales que puedes incorporar:
1- Cuidar de los detalles.
Escribir código es como escribir un texto cualquiera. Es decir, que el código se debe leer de arriba abajo. Cuidar de todos y cada uno de los detalles del código que escribes (una indentación correcta y coherente, ausencia de comentarios innecesarios, etc.), es un síntoma de calidad.
En Kodigo aprendes no solamente a cuidar detalles, sino a estructurar y elaborar tus líneas de manera creativa.
2-No tener inconvenientes en eliminar parte del código si es necesario.
Lo tenemos que asumir, a medida que evoluciona un proyecto software, y a medida que se hacen mejoras en el diseño, necesariamente partes del código quedarán obsoletas y tienen que ser eliminadas o modificadas profundamente. No hay nada peor que intentar mantener a toda costa esto y lo otro sencillamente porque piensas que te costó horas desarrollarlo, ensuciando así la solución.
Ojo, evalúa bien qué vas a eliminar. No está mal eliminar, pero revisa que no te lleves de encuentro un trabajo bien hecho.
3- Trabajar en las tareas planificadas y entregar a tiempo.
Programar bien (en el contexto de un proyecto con un equipo de trabajo), requiere ceñirse a algún tipo de metodología que imponga el ritmo de desarrollo, los tiempos, los ciclos y fases. Si se ha acordado hacer cierta funcionalidad, un buen profesional se ciñe y se compromete a su finalización en tiempo.
En Kodigo te enseñamos metodologías para organizar tu tiempo y entregar las tareas de forma ordenada. La mejor gestión es la autogestión. Tú conoces tu ritmo de trabajo mejor que nadie.
4– Lee proyectos realizados por otros.
Nada mejor que aprender de programadores más experimentados. Es decir, busca y estudia otros proyectos de programación que ya se han hecho para así tener una guía o una claridad sobre cómo puedes resolver el proyecto que tienes junto con tu equipo.
5- No reinventar la rueda.
Dicho lo anterior, no tienes que complicarte en crear un código único para cada problema que tienes que enfrentar. Muchas veces la solución ya existe y solo tienes que saber detectar de qué manera puedes adaptar esa solución a tu proyecto. Es bueno acostumbrarse a admitir esta realidad ya que te ayudará a ser más eficiente con tu trabajo.
6- Evita aislarte con información y conocimiento
No trates de ocultar o ser el único que sabe cierta información como una forma de destacar entre los demás. Sabemos que el mercado es competitivo, pero este tipo de actitudes pueden llevarte a quedarte atado al proyecto sin poder recurrir a otros en caso necesites ayuda.
7-Colabora con el resto del equipo.
En línea con lo que dijimos en el punto anterior, el desarrollo de software es una actividad profundamente colaborativa, si no sabes o no quieres colaborar con tus compañeros, tarde o temprano tendrás que buscar otro trabajo. Ser desarrollador de software es un trabajo que depende del trabajo de equipo y si quieres que tu carrera profesional siempre sea exitosa, esta es una práctica que debes de incorporar dentro de tus hábitos profesionales.