Bootcamps de codificación. ¿Vale la pena?
Los bootcamps atraen cada vez más adeptos a sus filas, esto gracias a que su modelo de enseñanza es totalmente diferente al modelo tradicional de las aulas universitarias y el resultado puede llegar a ser el mismo o aún mejor para los casos donde se desarrolla talento digital. ¿Por qué?
Porque en el caso de los bootcamps de codificación, estos proporcionan el punto medio entre aprender a codificar completamente por tu cuenta (difícil y desorganizado) y asistir a la universidad durante cinco años para estudiar ciencias de la computación (caro y lento).
Los mejores bootcamps te dan también lo que las universidades no ofrecen y es apoyo en la búsqueda de empleo, esto a través de conexiones claves a nivel nacional e internacional con el sector “Tech”.
En el caso de Kodigo, te ofrece esta y otras ventajas que van más allá, por ejemplo con la facilitación del pago del estudio por medio de un modelo ISA (Income Sharing Agreements – Acuerdo de ingresos compartidos) u otros métodos que veremos más adelante.
Hasta aquí podemos afirmar que los bootcamps son una gran oportunidad, sin embargo, es importante mencionar los beneficios directos que trae participar en este tipo de metodología de aprendizaje.
- Disponibilidad de tiempo con profesionales del área: los “Coach” te apoyan en preguntas específicas durante el desarrollo de tus proyectos de codificación, así como revisiones y feedback del trabajo realizado.
- Oportunidad de interactuar con otras personas con tu misma visión e intereses: No solo en “horas clases”, sino también en otras actividades que se desarrollan alrededor de los bootcamps, para crear una comunidad de apoyo (ferias, talleres de inglés, de habilidades para la vida, etc) a tu disposición.
- Currícula aprobada por empresas “Tech”: Lo cual asegura que las habilidades adquiridas están acorde a la demanda actual de las empresas tecnológicas.
- La oportunidad de desarrollar proyectos: Es necesario que afrontes retos y que estos te permitan construir un gran portafolio que puedas mostrar en tus futuras oportunidades laborales.
- Apoyo en la búsqueda de empleo: Por medio de alianzas estratégicas con empresas “Tech”, se asegura una inserción laboral a corto plazo en las áreas de desarrollo y programación de software.
- Facilidades de pago: En esta caso como Kodigo buscamos ir más allá con diferentes opciones, ya que por medio de descuentos por pago adelantado, pago en cuotas o hasta pago sobre la base de un acuerdo de ingresos compartidos (ISA). Recordando que en este escenario no pagas nada hasta obtener un empleo en una empresa aliada.
El lenguaje de programación es ahora una habilidad extremadamente cotizada en el mercado laboral y debido a que aplica a todo tipo de sectores, cada vez este perfil es más demandado a nivel global, el problema de no contar con suficientes personas que ofrezcan este tipo de habilidad, lo vuelve un bien escaso y por ende súper bien valorado a nivel salarial.
En base a todo lo anterior, nos tenemos que responder la pregunta inicial, ¿vale la pena participar en un bootcamp de codificación? La respuesta es: ¡Sí! Definitivamente vale la pena. Siempre y cuando tu voluntad y esfuerzo sea al máximo durante el tiempo de duración del programa.
Aprender este tipo de modelo de enseñanza de corta duración (3 a 6 meses), requiere mucho compromiso del estudiante, así como un enfoque exclusivo en la duración del mismo. No se alcanzará el éxito en el desarrollo de las habilidades de codificación si no hay un enfoque dedicado a adquirir la nueva habilidad en corto tiempo.
El programa te dará las herramientas y apoyo que necesitas pero no te entregará mágicamente un empleo sin tu esfuerzo en adquirir los conocimientos y presentarlos en una entrevista de trabajo de forma correcta y detallada.
Los graduados de los bootcamps de codificación se encuentran lo suficientemente formados para obtener trabajos “entry level” como codificadores y de ahí en adelante solo será tu motivación en seguir creciendo lo que te llevará a continuar aprendiendo para construir tu carrera como desarrollador.
Por todo esto y más, sabemos que a través de la tecnología se puede reinventar el formato de la educación y utilizarla como medio de desarrollo social, académico y económico, lo que permitirá que los jóvenes pasen de un mundo de escasez a uno de abundantes posibilidades de forma rápida y directa.
